Luego de pasar por un proceso de remodelación en el arsenal militar de Tarento [Italia], para ponerlo en condiciones de recibir los aviones de guerra F-35B de despegue corto y aterrizaje vertical, el portaviones italiano Cavour está a punto de zarpar hacia EEUU.
Esto lo anunció el agregado militar de la embajada de Italia en Washington, precisando que a partir de mediados de febrero, el portaviones italiano estará en la base estadounidense de Norfolk, en Virginia, para obtener la calificación que le permitirá participar en «operaciones conjuntas» con la US Navy y con el Cuerpo de Marines de EEUU.
Se prepara así la participación del navío insignia de la marina de guerra italiana en misiones de la OTAN bajo el mando de EEUU en lejanos teatros de guerra.
Todo eso tiene un costo, tanto en términos políticos -ya que Italia se implica cada vez más en la estrategia de guerra EEUU/OTAN- como en el plano económico. El portaviones Cavour ha costado 1 300 millones de euros y los 15 aviones F-35B cuestan 1 700 millones de euros.
A eso hay que agregar los costos operacionales: un día de navegación del Cavour cuesta más de 200 000 euros y una hora de vuelo de un F-35 cuesta más de 40 000 euros. Otros 15 aviones F-35B comprados por Italia irán a la fuerza aérea, además de 60 aviones F-35A capaces de portar armas nucleares.
Pero hay un problema. En 2019 Italia botó otro portaviones, el Trieste, que tendrá que dotarse de un número de aviones F-35B todavía mayor que el Cavour, aviones que habrá que comprar por un monto total aún más elevado - Leer texto completo