Hemos llegado a este 28 de enero de 2021 luego de atravesar un camino espinoso, lleno de obstáculos y trampas, con el bloqueo multiplicado hasta más allá de todo límite y una pandemia cuyo saldo letal rebasa los dos millones de muertos en el planeta.
La digna resistencia de Cuba hizo fracasar las 240 medidas impuestas por Trump, dirigidas a asfixiar la economía y a debilitar el apoyo del pueblo a la Revolución. Como dijo el Presidente Díaz-Canel, "nos tiraron a matar, y estamos vivos".
Los proyectos subversivos, con el empleo de mercenarios, "medios independientes" y redes sociales, solo lograron confundir de modo fugaz a alguna gente y añadir un nuevo capítulo caricaturesco a la campaña anticubana.
Ante las agresiones de Goliat, frenético, rabioso, enfermo de odio e impotencia, David aparece como lo evocó siempre Martí: como un gigante moral.
La pequeña Isla cercada y calumniada ha enfrentado la COVID-19 con rigor científico, espíritu solidario y resultados incuestionables, tanto dentro de sus fronteras como en otros 40 países y territorios.