LIMA
(Sputnik) — El domingo 6 de junio se celebró la segunda vuelta de las
elecciones en Perú entre los candidatos Pedro Castillo, de Perú Libre
(izquierda) y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular (derecha) y todo apunta a
que va a pasar un buen tiempo para que el país tenga un nuevo
presidente. ¿Por qué?
Todos los sondeos previos al balotaje indicaban que la elecciòn iba a estar muy ajustada (enlace), algo que fue confirmado el domingo del sufragio cuando el conteo rápido
de la empresa Ipsos dio como ganador a Castillo con 50,2% frente a
Fujimori con 49,8%.
En la tarde del miércoles 9, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) finalizò el conteo de votos (enlace) dando ventaja al candidato izquierdista con un 50,198% de las preferencias frente al 49,802% de Fujimori.
Sin
embargo, ese mismo día por la noche, Fujimori, quien además denunció
"indicios de fraude" aunque sin presentar pruebas, anunció que su
partido iba pedir la nulidad de 802 mesas con sendas actas, algo que,
calculó, haría desaparecer un promedio de 200.000 votos.
Fuerza Popular argumentó que pediría la nulidad de las actas
por supuestas irregularidades, citando tres principales: que las firmas
de los miembros de mesas consignadas en las actas no coincidían con las
firmas que figuran en los documentos de identidad; que había mesas con
miembros con el mismo apellido, por lo que serían "familiares"; y que
las sumas de votos en algunas mesas se habían falsificado en favor de
Castillo - Leer màs