x Guillermo Cieza (lahaine.org) - En algunos casos se reciclarán propuestas progresistas conocidas con versiones más conservadoras, en otras se abren posibilidades de superar los límites del progresismo
Desde finales de la segunda década del siglo XXI, se registró en Nuestramérica un incremento de las resistencias populares a las políticas neoliberales.
El triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador en México y la derrotas de Mauricio Macri en la Argentina, animaron a que algunos analistas internacionales pronosticaran que esas resistencias anunciaban un nuevo ciclo progresista.
Las grandes rebeliones populares en Ecuador y Chile desgastaron a los gobernantes de esos países Lenin Moreno y Sebastián Piñera.
Al desplegarse en el continente la pandemia se abrió el interrogante sobre cuáles serían sus efectos políticos. El coronavirus golpeó con particular dureza a Nuestramérica por sus altos porcentajes de infectados y fallecidos, pero también por el desplome de sus economías y caída de los ingresos populares.
Contra los pronósticos de que la epidemia fortalecería a las derechas y el control estatal de las manifestaciones populares mediante la propagación del miedo o la represión abierta, se sucedieron distintos hechos que merecen puntualizarse.
Las rebeliones populares se continuaron con las producidas en Haití y el exitoso Paro Nacional en Colombia, cuyas acciones de resistencia se han prolongado durante más de dos meses.
En Bolivia el MAS recuperó el gobierno por vía electoral, en Chile la derecha fue derrotada en el plebiscito y la elección de constituyentes. En Perú se acaba de producir el sorpresivo triunfo del maestro rural Pedro Castillo en las elecciones presidenciales.
En este nuevo escenario, los tres países donde el proyecto neoliberal se presentaba como más estable, y que constituyeron la base de la llamada “Alianza del Pacífico” durante la primera década del siglo XXI, han sido sacudidos por la resistencia popular.
El Grupo de Lima parece haberse quedado sin país modelo, sin fuerza militar de intervención y sin sede - Leer màs