El ciclo de los commodities suele ser desencandenante de tensiones sociales y políticas. Es el caso de la suspensión de las exportaciones de maíz, una confrontación menor que puso de relieve, una vez más, el peso de la renta agraria en el país.
Un ciclo alcista - Desde agosto de este año se registra una sostenida tendencia al alza de la cotización de los commodities. Está centrada en la soja pero alcanza al conjunto de los productos primarios que se negocian en los mercados mundiales.
Estos precios son resultado de la combinación de varios factores: la rápida recuperación de la economía china (crecerá 2% este año y 8 el próximo) que junto con la India están empujando la demanda.
Bajos stocks de soja a nivel mundial, especialmente en EEUU que no tiene ya saldos exportables. Recortes en las estimaciones de producción en América del Sur (Argentina / Brasil) por efectos climáticos (puede cambiar ya que esta semana llovió en la zona núcleo).
Debilidad del dólar y su contrapartida bajas tasas de interés lo que hace que los fondos especulativos se vuelquen a los mercados de commodities. Así la soja alcanzó los 523 dólares la tonelada, el maíz los 203 y el trigo 248, la carne también subió mucho, mientras que el petróleo cotizó a 58 dólares el barril.
Bienes salario - El envión que tomó el precio del maíz en diciembre pasado hizo que la
secretaría de Comercio alertara al ministerio de Agricultura que esos
precios estaban impactando en la estructura de costos de la industria
procesadora (avícola, porcina, aceitera y feedlotera) que tienen este
grano como insumo básico y trasladaban automáticamente ese aumento a
precios - Leer texto completo