Según Éric Toussaint el estado de necesidad justificaría la decisión unilateral de suspender su reembolso.
El pasado mes de abril el G20 planteó la cuestión de una suspensión del servicio de la deuda de los países pobres hasta finales de 2020 ¿De qué se trata en realidad?
En realidad las medidas tomadas por el G20 son totalmente insuficientes en lo que concierne al alivio de la deuda e inaceptables, ya que implican profundizar las políticas neoliberales.
De 135 países en desarrollo (PED), el G20 consideró que 73 podían beneficiarse eventualmente de un aplazamiento del pago de su deuda bilateral (es decir, la deuda entre Estados).
Esto representa, en el mejor de los casos, un 1,6 % de la deuda pública externa de los PED. Si un país quiere aplazar el pago de su deuda bilateral debe comprometerse a aplicar un programa neoliberal impuesto por el FMI.
Las limitaciones son tales que solo 46 países solicitaron acogerse a la normativa del G20. Hay que señalar que el G20 no acordó ninguna anulación, solo se trataba de aplazar el pago de una parte de la deuda.
En África el peso de la deuda pública pasó del 35 % del PIB
al 60 % entre 2010 y 2018. Su reembolso supone una media del 13 % de las
rentas. ¿Cómo salir de esta espiral? - Leer texto completo