[Sputnik / elcomunista.net] - Los 75 millones de votantes de Donald Trump tienen cuatro años para reponerse de la derrota de su líder y esperar si dentro del Partido Republicano despuntará un candidato que consiga unir a la élite de la organización con la base popular, los «deplorables».
Por Luis Rivas*
¿Trumpismo sin Trump? Es la pregunta que a pocas horas del asalto al Capitolio se hacen los politólogos del planeta. Sin el esperpéntico suceso del 6 de enero, Donald Trump todavía sería considerado dentro del Partido Republicano como un posible candidato para 2024.
Su llamamiento a la calma y la condena de la violencia, a última hora, no le van a servir ni para mantener el apoyo de sus seguidores ni para ser perdonado por sus correligionarios de partido que, mientras se sorprenden todavía de su atractivo electoral, sueñan con liberarse de su omnipresencia.
Cuando el 20 de enero Donald Trump deje de ser presidente de Estados Unidos, se acelerarán las especulaciones sobre su futuro. Para algunos, sería la condena judicial, para la que se precisa el apoyo de ciertos senadores republicano. Para otros, la preparación de su candidatura a las primarias internas de 2024.
En fin, la retirada de la política y la vuelta a los negocios y a un cierto anonimato no es una opción desechable y contentaría a los que aspiran a reconducir al partido hacia lo que consideran la «respetabilidad».