Grandes partes del mundo —fuera de China y unos pocos otros países— enfrentan un virus descontrolado, que no ha sido detenido debido a la incompetencia criminal de los gobiernos.
El hecho de que estos gobiernos en países ricos dejen de lado hipócritamente los protocolos científicos básicos publicados por la Organización Mundial de la Salud y por organizaciones científicas revela su práctica maliciosa.
Cualquier cosa que no sea centrar la atención en manejar el virus mediante el testeo, la trazabilidad de los contactos, y el aislamiento —y si esto no es suficiente, imponer un confinamiento temporal— es imprudente.
Es igualmente preocupante que estos países ricos hayan seguido una política de “nacionalismo de la vacuna”, acaparando candidatas a vacuna en vez de alinearse con una política de creación de una “vacuna de los pueblos”.
Por el bien de la humanidad, sería prudente suspender las normas de propiedad intelectual y desarrollar un procedimiento para crear vacunas universales para todos los pueblos.
Aunque la pandemia es el principal tema en nuestras mentes, hay otras grandes amenazas a la longevidad de nuestra especie y del planeta. Estas incluyen: - Leer texto completo