(Sputnik / elcomunista.net) - El expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) se acogió al silencio en una audiencia en la Fiscalía sobre el golpe de Estado de 2019, arguyendo que no quería incriminarse en el proceso, que consideró ilegal y amañado en favor del depuesto gobernante Evo Morales (2006-2019).
«No voy a contestar a la pregunta, porque me puedo incriminar (…) me acojo al derecho al silencio», dijo Mesa en conferencia de prensa tras una audiencia en la Fiscalía de La Paz, citando lo que él mismo había dicho minutos antes a los investigadores, en medio de inusitada expectativa política y mediática sobre su presencia ante la justicia.
El fiscal Omar Mejillones, uno de los investigadores, confirmó que el exgobernante se acogió a su derecho a la abstención, contestando solo tres de las 50 preguntas que le fueron planteadas sobre las circunstancias de la autoproclamación presidencial de la senadora Jeanine Áñez, principal acusada en el caso.
Mesa fue llamado a declarar como testigo de las negociaciones, en las que fue partícipe, que dieron paso a la asunción de Áñez como presidenta transitoria, tras la caída de Morales durante la crisis política poselectoral de noviembre de 2019.
RESPONSABILIDAD - «Mesa entiende que sus respuestas pueden generar algún tipo de responsabilidad, en mérito a eso ha hecho uso de su derecho a la abstención», explicó el fiscal - Leer màs