Pedro Castillo, del partido Perú Libre, ha comenzado a recibir felicitaciones de todo el mundo. No hay duda que es el ganador de la elección presidencial del 6 de junio. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha anunciado los resultados electorales con el 100% de los votos contabilizados:
Castillo logró el 50,137% de los votos (8,83 millones de votos), y su oponente en la segunda vuelta, Keiko Fujimori de Fuerza Popular, logró el 49,893% (8,78 millones).
Sin embargo, la candidata de la derecha se ha negado a admitirlo. De hecho, ha contratado a los mejores abogados de Perú para recusar los resultados electorales. A las pocas horas de que el recuento se hiciera público, el equipo de Fujimori presentó impugnaciones a 134 actas dentro de plazo y tienen listas otras 811.
Cualquiera que conozca la comunidad jurídica peruana se dará cuenta de que algunos de sus bufetes más destacados están en la lista de Fujimori: el Estudio Echecopar; Gersi; Miranda & Amado; Payet, Rey, Cauvi y Pérez; Rodrigo, Elías & Medrano; Rubio Leguía Normand; Rebaza, Alcázar & De las Casas. Solo en Lima, hay más de 30 abogados trabajando.
El equipo de Fujimori se puso en contacto con todos ellos antes de la votación, anticipando la posibilidad de una victoria de Castillo y la necesidad de paralizarlo en los tribunales.
El ejército legal de cuello blanco ha puesto en marcha una estrategia racista de instrumentalización de la justicia [lo que en terminología anglosajona de conoce como lawfare –NdT]. Se lo quieren jugar todo a la invalidación de los votos de las comunidades indígenas de Perú, el núcleo de la base de apoyo de Castillo.
EEUU nombró recientemente una nueva embajadora para el Perú. Su nombre es Lisa Kenna, y fue asesora del secretario de Estado Mike Pompeo (anteriormente oficial del ejército, director de la CIA y funcionario de la secretaría de Estado en Irak).