(Sputnik / elcomunista.net) - Colombia ha reforzado las unidades policiales y militares en Cali, la tercera ciudad más grande del país, en un intento por poner fin a los disturbios y el vandalismo.
El despliegue sucede en medio de las protestas convocadas dentro de un paro nacional, provocado principalmente por una controvertida reforma fiscal.
Los disturbios y actos de vandalismo más graves se han registrado en Cali, capital de la provincia colombiana del Valle del Cauca, con ataques a bancos y oficinas gubernamentales, entre otros incidentes.
En la ciudad se desplegarán unas 2.500 tropas adicionales a las fuerzas de seguridad, compartió el ministro de Defensa, Diego Molano, en una sesión informativa.
Los medios locales reportan numerosos actos de saqueos, incendios de edificios y vías bloqueadas por los manifestantes. El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, estimó las pérdidas por vandalismo en alrededor de 80.000 millones de pesos (unos 21,5 millones de dólares).
Las protestas comenzaron a nivel nacional a pesar de una orden judicial y las exigencias de las autoridades para suspender las marchas por los temores de contagio.
Colombia sigue atrapada en una tercera ola de infecciones por coronavirus que mantiene al sector de la sanidad del país en constante tensión.
Los sindicatos convocaron huelgas en las principales ciudades del país para exigir al Gobierno del presidente Iván Duque que retire la reforma que presentó al Congreso a principios de abril en un intento por aumentar los ingresos fiscales.
Las autoridades nacionales se mostraron dispuestos a modificar el proyecto de ley de reforma tributaria a través de debates en el cuerpo legislativo.
La mayoría de los partidos políticos, además de los sindicatos y las asociaciones empresariales, rechazan la propuesta - Ver texto + vìdeos