El presidente estadounidense anunció que las tropas de su país salen de Afganistán el próximo septiembre, en una fecha nada casual.
Biden acaba de anunciar que, el 11 de septiembre de 2021, tras casi 20 años de ocupación, retirará sus tropas (y las de la OTAN) de Afganistán. La fecha elegida, obviamente, no es casual. Responde a la necesidad de recordar a la opinión pública los supuestos motivos por los que se entró en guerra en 2001.
Llamarla "Operación Libertad Duradera", ya parecía presagiar la eternización de un conflicto que se convirtió en la guerra más larga de la historia de EEUU.
La excusa para invadir Afganistán fueron, cómo no, los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Y digo excusa, porque los planes para atacar Afganistán se prepararon varios meses antes del 11S;
aunque no se pusieron en marcha porque fue difícil encontrar un pretexto lo suficientemente creíble, como para convencer a la opinión publica de asumir los costes humanos y económicos de una nueva guerra imperial.
Biden adujo que el objetivo de la ocupación era acabar con Bin Laden y que, desde que fue ejecutado hace ya como 10 años, los motivos para mantenerla no estaban tan claros.