(Sputnik / elcomunista.net) - La vacuna de Pfizer contra el coronavirus llegó al mercado en 2020 promocionada como un producto extremadamente seguro. Sin embargo, datos recientes sobre la campaña de vacunación provenientes de todo el mundo podrían poner en tela de juicio las afirmaciones de Pfizer sobre los efectos secundarios y las muertes.
Mientras la primera ola de la pandemia de coronavirus golpeaba el planeta a principios de 2020, los fabricantes de vacunas inmediatamente se lanzaron a la búsqueda de un medicamento que hiciera frente a la enfermedad de manera rápida y eficiente.
La alianza entre Pfizer y BioNTech fue una de las primeras en presentar su «arma» contra la pandemia en la forma de una «revolucionaria» vacuna mRNA, que recibió el nombre de Comirnaty. El medicamento fue desarrollado utilizando la tecnología del ácido ribonucleico mensajero (ARNm), que era en gran parte desconocida antes de la pandemia, y fue sometido a pruebas clínicas en abril del mismo año.
Esta tecnología era tan nueva que no existían estudios de seguridad y los efectos a largo plazo de este tipo de vacunas nunca habían sido evaluados.
Desde el primer día la vacuna de Pfizer ha recibido muchos elogios de los principales medios estadounidenses, británicos y europeos, quienes coincidencialmente tampoco ocultaron su sesgo aparente contra otros fabricantes de vacunas.
Pero después del lanzamiento optimista surgieron dudas acerca de la seguridad de la vacuna. Sobre todo cuando el número de muertes, algunas de las cuales pudieron ser provocadas por la vacuna de Pfizer, superaron los datos similares de otras vacunas - Leer màs + fotos