(Sputnik / elcomunista.net) - A punto de cumplir 90 años de edad, el general Raúl Castro decide dar un paso al costado y dejar el cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba, cediendo el poder a nuevas generaciones después de una activa vida política y militar durante los últimos 69 años.
Uno de los últimos íconos vivos de la Revolución de 1959, Raúl, como sencillamente le llaman los cubanos, se convirtió en un fuerte lazo entre varias generaciones políticas de la isla, que hasta hoy sigue afrontando grandes desafíos, entre ellos la transferencia de las riendas de un proceso revolucionario único en su tipo en América Latina.
Durante más de seis décadas, Raúl acompañó a su hermano Fidel Castro (1926-2016), líder histórico de la Revolución, desde la época de las luchas estudiantiles universitarias, a fines de la década de los años 40, pasando por el asalto al cuartel Moncada en 1953 y el desembarco del yate Granma, como parte del núcleo guerrillero, hasta la lucha insurreccional en las montañas de la Sierra Maestra, y durante más de medio siglo de Gobierno después de la victoria.
A la muerte de su hermano Fidel, en 2016, Raúl supo sortear profundos escollos en tiempos difíciles, y logró mantener la unidad entre los revolucionarios cubanos, frente al principal enemigo ideológico: EEUU.
Ahora, 62 años después del triunfo, le corresponde a Raúl Castro, como principal exponente de la llamada «generación histórica de la Revolución», entregar la batuta del poder a las nuevas generaciones, esta vez poniendo en manos más jóvenes las riendas del Partido Comunista de Cuba, «fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado», según establece el artículo 5 de la Constitución de la isla - Leer màs