(Sputnik / elcomunista.net) - Un nuevo éxodo centroamericano de dimensiones históricas, desencadenado ante la nueva política migratoria de EEUU que busca dejar atrás el racismo y la xenofobia, obligó a México a desplegar operaciones de contención fronteriza, y las deportaciones en ambos países se dispararon en el comienzo de este año.
Por Víctor Flores García* - El tema fue abordado el 7 de abril por el presidente Andrés Manuel López Obrador con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, encargada por Joe Biden para «abordar las causas fundamentales de la migración desde los países del Triángulo Norte, (El Salvador, Guatemala y Honduras), que incluyen la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades económicas».
Los gobiernos acordaron «contrarrestar el contrabando humano y la trata de personas», mientras Biden promete incrementar la asistencia humanitaria a esos países, con unos 4.000 millones de dólares.
López Obrador dijo este jueves que «hay condiciones inmejorables para tener un entendimiento, que haya cooperación y el tema migratorio no sea preocupación central en EEUU».
Desde enero al 25 de marzo, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha detenido a 34.993 migrantes, un aumento de casi el 28 por ciento comparado al año pasado.
A pesar de esa contención, solo en marzo de este año las autoridades migratorias estadounidenses detuvieron a casi 19.000 niñas y niños, que cruzaron solos la frontera norte mexicana.
En total, la población migrante detenida en EEUU sumó a más de 171.000 personas, un récord mensual - Leer màs