(reuters / elcomunista.net) - Ha pasado un año desde que Carolina Hurtado se apresuró a ir a la morgue de un hospital cerca de la capital de Colombia para identificar el cuerpo ensangrentado de su hermano mayor Cristhian, pero aún no tiene respuestas definitivas sobre cómo fue asesinado.
Cristhian Hurtado, de 27 años, era uno de los al menos 13 grupos de derechos humanos y las familias dijeron que fueron asesinados por la policía en Bogotá y su ciudad satélite, Soacha, en medio de protestas que estallaron en septiembre del año pasado después de que dos oficiales agredieron y mataron al taxista Javier Ordóñez.
Desde 2019, una serie de manifestaciones contra el impopular gobierno del presidente Iván Duque han provocado más de 40 muertes de civiles, según cifras del gobierno.
Las familias de las víctimas, sus abogados y grupos de derechos humanos afirman que muchas de las muertes se deben a una vigilancia policial de mano dura.
Aunque el ejército tiene un largo historial de abusos de derechos y homicidios ilegítimos durante las seis décadas de conflicto civil en Colombia, hasta hace poco se pensaba que las fuerzas policiales urbanas estaban mejor capacitadas y más profesionales.
A pesar de las protestas internacionales , incluidas las Naciones Unidas y la Unión Europea, y las garantías de Duque de que los responsables serán llevados ante la justicia, hasta ahora solo un oficial de policía ha sido detenido, bajo arresto domiciliario, por los asesinatos durante las protestas de hace un año - Leer màs + fotos