(Sputnik / elcomunista.net) - Australia, Reino Unido y Estados Unidos no sabían dónde se metían cuando decidieron formar una asociación geopolítica para proteger sus intereses en la zona del Indopacífico.
Por Santi Pueyo* - El nacimiento de la asociación vino acompañado del anuncio de Australia de que rompía un contrato de compra de submarinos convencionales por valor de 38.600 millones de dólares con la naviera francesa Naval Group. Movimiento que fue calificado por Francia de «puñalada por la espalda».
Por lo pronto, Francia ha cancelado una reunión que tenía acordada con Reino Unido para tratar la colaboración en materia de misiles.
El motivo presentado para acabar con el contrato fue que los submarinos convencionales de la clase Attack «no se adaptan a las necesidades operativas de las próximas décadas».
Y es que el pacto militar del trío anglosajón prevé la construcción de ocho submarinos nucleares, ni nada más ni nada menos.
La alianza militar levanta ampollas de Occidente a Oriente; la Unión Europea se siente traicionada y excluida, Rusia la percibe como una OTAN a la asiática y China como una amenaza para la paz y la seguridad en la región.
Y la lista continúa, Nueva Zelanda advierte que no piensa tolerar submarinos nucleares y armas atómicas en su entorno. Malasia está preocupada de que este movimiento provoque una carrera armamentística nuclear en la zona. Una manzana de la discordia en estado puro.
LA PROLIFERACIÓN NUCLEAR A REVISIÓN - No es casualidad que este acuerdo haya provocado un auténtico tsunami en las relaciones internacionales.
Los submarinos nucleares se habían limitado hasta ahora a ser un privilegio reservado a seis países: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China e India.
Lo que implica esta
asociación en el ámbito de defensa y seguridad es que en el club de
submarinos nucleares ahora van a ser siete, en lugar de seis, lo que
podría abrir la puerta a que más países quieran tener derecho a poseer
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