José Manzaneda coordinador (CubainformaciónTV / elcomunista.net) - Cuba es, a día de hoy, el país del mundo con el ritmo más rápido de vacunación contra la Covid-19 (1).
También el único que emplea para ello vacunas propias, creadas por su sector público (2). Y el primero en inmunizar, de manera masiva, a niñas y niños (3).
Son hitos que demuestran que la campaña en redes “SOS Cuba”, lanzada hace dos meses por una supuesta crisis sanitaria en la Isla, no fue una iniciativa humanitaria, sino una gran operación de desestabilización política basada en fake news (4).
Pero hay medios que, hoy, siguen acusando de “irresponsable” a La Habana por no haber solicitado las vacunas Covax de la OMS (5). Un mecanismo que, hasta agosto, no había cumplido siquiera con el diez por ciento de las solicitudes (6).
Venezuela, por ejemplo, acaba de recibir su primer lote, tras pagar 120 millones de dólares hace cinco meses (7) (8). Cuba acertó al invertir sus escasos recursos en la creación de vacunas propias de las que, además, obtendrá ingresos por exportación. Nada que leamos en la prensa internacional.
En EEUU hay 600 mil personas sin hogar (9) y 27 millones sufren adicción a las drogas (10). Cada día mueren, por sobredosis, 227 personas (11). Hace unos días, se hacía viral un video grabado en Kensington, un barrio de Filadelfia donde viven miles de personas adictas a la heroína y el fentanilo (12).
Algunos medios se hacían eco de este video. ¿Para analizar la crueldad del sistema capitalista en EEUU? No. Para hablarnos de unas “personas que parecen zombies” (13) (14) (15).
Pero ¿se imaginan un lugar así en Cuba? Entonces sí: nos hablarían
del “fracaso del comunismo” y de la necesidad de una «intervención
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