(Sputnik / elcomunista.net) - Palmadas en la espalda, buenas palabras, pero nada más. Ni promesas de acceso a la Unión Europea ni de entrada en la OTAN.
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, volvió a su país tras una gira que solo ha servido para atizar la tensión en el nuevo escenario de «guerra tibia» entre Moscú y Washington.
Por Luis Rivas* - No habrá boda ni fruto de esa unión que Zelenski sueña entre la UE, la OTAN y su país. En París, el antiguo humorista y showman manifestó que el noviazgo con la UE dura ya mucho y hay que refrendarlo con esponsales y «descendencia».
Ni el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, ni la Canciller alemana, Angela Merkel, quisieron dar el sí a su pretendiente.
Por supuesto, Zelenski era consciente que en este desplazamiento al exterior no iba a conseguir ni siquiera un atisbo de esperanza, pero la presión nacionalista en su país le fuerza a acelerar, al menos de cara a su opinión pública, las acrobacias para ser admitido bajo el paraguas de protección de la Alianza Atlántica y en la membresía del club del libre mercado intraeuropeo.
LA EXCUSA DE MACRON - Francia y Alemania lo tienen muy claro: no van a mover un dedo por favorecer la entrada de Ucrania en la OTAN. Emmanuel Macron le explicó su negativa de otro modo. Una decisión de ese calibre debe ser tomada de forma unánime por sus treinta miembros.
Y Francia, de todos modos, ya ha dicho en múltiples ocasiones que ese eventual proceso es una línea roja con Moscú que no van a traspasar; lo mismo que Angela Merkel.
París y Berlín son las capitales europeas que conducen la política exterior del «club de Bruselas»; al mismo tiempo, son los padrinos del llamado formato de «Normandía», que, con Ucrania y Rusia, negocian el cese de la tensión en el Donbás, un conflicto que ha provocado más de 10.000 muertos desde 2015 - Leer màs