Sin embargo las acciones del Ejecutivo -cambios en el Gabinete para recostarse en el peronismo más ortodoxo-, el discurso de la propia vicepresidenta ante la juventud de La Cámpora en la ex-ESMA y las declaraciones del candidato porteño Leandro Santoro, dan cuenta de un consenso: las correlaciones de fuerza no dan para hacer mucho más que esto.
Lejos de esbozar un proyecto que apunte a resolver el 41% de pobreza (54% entre niños y niñas) y el desbocado aumento de precios de bienes de primera necesidad, la coalición gobernante decidió pararse a la defensiva.
Viejos funcionarios que alguna vez funcionaron -aunque no está claro que ahora puedan salir airosos- se sumaron al gabinete, mientras se llama a la oposición más derechista y a los empresarios a buscar acuerdos.
¿Qué perspectiva puede tener un consenso entre el FDT, los participantes del coloquio de IDEA y Juntos? ¿Qué puntos en común pueden salir de esas conversaciones que sean favorables a los sectores populares?
¿Qué predisposición al diálogo puede tener una derecha que
sistemáticamente ha boicoteado cualquier iniciativa que afecte los
intereses de las grandes empresas? ¿Se puede resolver la pobreza y la
inflación sin confrontar con quienes concentran la riqueza? - Leer màs