En su libro «Entre el globalismo y la democracia» se ocupa de los imperios. ¿Estamos presenciando el canto del cisne de una superpotencia, la de EEUU?
Estamos presenciando el fin del imperio estadounidense y el surgimiento de China, la época de una nueva bipolaridad. Este evento histórico es fundamental para la futura estructuración de los sistemas estatales.
Lo ocurrido en Afganistán muestran la pérdida de poder de EEUU. Fue una guerra de 20 años que no pudieron ganar. Después de 1945, los estadounidenses siempre entendieron que no debían perder ninguna guerra. Por ello dejaron morir entre tres y seis millones de personas en Vietnam. Nada puede justificar este genocidio, pero ellos perdieron vergonzosamente esa guerra.
Y se embarcaron en el siguiente desastre … Las intervenciones en Oriente Medio, desde Irak hasta Libia, no han dejado más que caos. Con el Nuevo Orden Mundial de George H BUSH (con el fin de la URSS) EEUU ha estado en guerra constante durante 30 años.
La idea predominante era que se había entrado en una fase denominada “el fin de la historia”, pero lo que hubo fue una guerra continua y derrotas permanentes.
China no ha librado ni una sola guerra durante este período. Por el contrario, los chinos fueron atacados repetidamente –desde las Guerras del Opio hasta la invasión japonesa de Manchuria– lo que ha dejado profundas huellas en la memoria cultural y política del país.
A diferencia de EEUU, los chinos nunca han sentido la necesidad de obligar a otros países a vivir como ellos.
En este momento, estamos contemplando los albores de una nueva Guerra Fría entre EEUU y China. ¿Qué pasará?
Si me permite, podría responder con una pregunta: ¿China, es un estado-nación que gobierna su economía?, o ¿es una economía que tiende a cruzar fronteras y necesita a su estado como vehículo para su expansión?.
Veamos, creo que probablemente el liderazgo político chino se fortalezca combatiendo a las grandes corporaciones, esto es exactamente al contrario de lo que sucede con EEUU, allí el estado es un instrumento del capitalismo financiarizado, que ocupa otras naciones.