(RBTH / elcomunista.net) - Los servicios de emergencia de la capital rusa tardaron poco más de dos semanas en impedir que el virus mortal traspasara los límites de Moscú y se extendiera por toda la Unión Soviética.
El 23 de diciembre de 1959, un hombre se bajaba de un avión que aterrizaba a Moscú desde Delhi, y que rápidamente puso en peligro a la capital de la URSS.
El artista Alexéi Kokorekin no podía imaginar que traía consigo la viruela desde la India.
La
varicela, natural o viruela, fue una de las enfermedades más mortales
que jamás haya afectado a la humanidad. Aniquiló pueblos, ciudades e
incluso países enteros. En el siglo VIII, mató al 30 por ciento de la
población de Japón y en el siglo XVI, a millones de nativos americanos,
que contrajeron el virus de sus conquistadores.
Alexéi Kokorekin - La Unión Soviética realizó largos y concertados esfuerzos para luchar contra la viruela. Si en 1919 se estimaba que el número de personas infectadas con la enfermedad era de 186.000 en todo el país, en 1936 la cifra era cero. Sin embargo, 23 años después, la peligrosa enfermedad que todos habían olvidado volvió a golpearles.
El paciente cero - Al llegar, Kokorekin experimentó los síntomas de un pequeño resfriado, algo que, dado que era diciembre, le pareció bastante normal. Sin embargo, ya esa misma tarde, su temperatura subió, desarrolló una fuerte tos y le dolía todo el cuerpo.
Un médico al que fue a ver al día siguiente le diagnosticó una gripe. Sin embargo, los medicamentos que le recetó no le ayudaron. Desarrolló un sarpullido por todo el cuerpo, que los médicos tomaron por una reacción alérgica.
Sólo un joven interno, al saber de dónde había llegado el
artista, sugirió con cautela que podía tratarse de viruela, pero su
opinión fue rechazada por los médicos más veteranos - Leer màs + fotos