(Sputnik / elcomunista.net) - Un paso para que el Golfo de Fonseca deje de ser una manzana de la discordia en Centroamérica representó el acuerdo firmado el miércoles entre los presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua, y Juan Orlando Hernández, de Honduras, a tono con el espíritu integracionista que debe primar en el año del Bicentenario de la Independencia regional.
Por Gonzalo Becerra* - Ambos mandatarios hicieron a un llamado a sumarse a su par salvadoreño, Nayib Bukele, quien fiel a su estilo provocador respondió a través de un post en la red social Twitter, en el cual el sarcasmo campea por su respeto.
De manera imprevista, Ortega y Hernández, arropados por la cúpula militar de ambos países, altos funcionarios y en el caso hondureño exdiplomáticos, se reunieron en la Casa de los Pueblos (anterior mansión ejecutiva) de Managua y rubricaron el acuerdo de límites bautizado como Tratado Integracionista del Bicentenario.
El pacto territorial delimita además del golfo, principal estuario centroamericano en el Pacífico, la frontera común en el mar Caribe.
RECONOCIMIENTO TÁCITO - Algunos de los más importantes medios de comunicación en Honduras coincidieron en enfocar el pacto territorial como un reconocimiento por parte de Nicaragua de que su frontera marítima es con el vecino país catracho, y que la rúbrica del acuerdo constituye la ratificación del fallo dictado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1992.
Pero en el acto protocolar los mandatarios firmantes hablaron en el lenguaje de la diplomacia.
«Hoy los pueblos de Honduras y Nicaragua están marcando un paso histórico en la integración de Centroamérica, basándose en el diálogo y los lazos de amistad para promover la paz y el desarrollo de la región», manifestó Hernández - Leer màs