Ante la escalada de precios minoristas y a menos de un mes de las elecciones legislativas de medio término, el gobierno dispuso controles de precios por 90 días sobre un conjunto de casi 1500 productos.
Se trata de una medida que se suma a otros controles o regulaciones sobre el mercado, tal el caso de las divisas y el mercado cambiario, el llamado “cepo”.
Todas estas medidas de control económico habilitan un debate sobre aspectos de interés múltiples en la vida cotidiana. ¿A quién benefician o perjudican? Claro que existe mucha opinión interesada e ideológicamente fundada.
Entre otros interrogantes se escucha la polémica sobre el alcance, la validez o viabilidad de los controles. Nosotros agregamos más interrogantes. ¿Es posible tranquilizar la economía como sostiene el ministro Martín Guzmán?
¿Pueden pensarse mecanismos para el logro de un economía eficiente, eficaz o sana? Son formas de razonar desde la duda y, admitamos, con visiones alternativas sobre propósitos y logros potenciales.
Martín Guzmán alude habitualmente a la expresión “tranquilizar la economía”, y resulta interesante interrogarse al respecto, sobre el alcance y el sentido del dicho.
Del mismo modo, es de utilidad pensar sobre la posibilidad de una “economía eficaz, eficiente o sana”. Más aún, en ese marco, pensar el papel de los controles gubernamentales, su efectividad y potencial alcance.
Todos interrogantes y posibles respuestas que requieren ciertas consideraciones previas. En principio, debe considerarse la contradicción de intereses en el orden económico, entre vendedores y compradores, entre productores e intermediarios, entre trabajadores/as y empresarios/as.
La suba de precios o inflación no perjudica a todos por igual.
Es más, existen beneficiarios con la suba de precios, sean alimentos, energía o divisas, especialmente el dólar.
Los informes de organismos internacionales especializados llaman la atención sobre la suba de alimentos y energía, que en la base suponen la recuperación de la rentabilidad perdida de las corporaciones trasnacionales en la recesión del 2020.
Tranquilizar la economía supone “estabilizar” el orden económico, pero tras cartón viene el interrogante: ¿en favor de quién? - Leer màs