Para el Imperio decadente la “Pax” nunca estuvo entre sus cálculos. El fin de la Segunda Guerra Mundial los condujo directamente a la Guerra Fría.
Y cuando disfrutaron del “momento unipolar” hicieron la Primera Guerra del Golfo, bombardearon Yugoslavia y después del 11 de septiembre de 2001 declararon la Guerra Global contra el Terrorismo (rebautizada hipócritamente por Obama con el nombre de Operaciones de Contingencia en el Extranjero).
Ahora estamos entrando en la Guerra Fría 2.0 contra China.
Lo que el ex-analista de la CIA Ray McGovern describe como el MICIMATT (complejo militar-industrial-congresional-inteligencia-medios-academia-'think tank' por su sigla en inglés) nunca pretendió hacer la paz.
Los elegantes caballeros que responden con un estirado “Ni” (como decían los Monty Python) hacen la guerra al unísono y sistemáticamente.
El corazón de la élite imperial tiene sentado sus reales en el Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU (CFR). El Consejo se especializa en la vieja política del “Divide y reinarás” implementada por Kissinger. Ahora, pretenden aplicarla a la asociación estratégica Rusia-China.
Pero los elegantes caballeros no dejan de sostener lo obvio: "El poder chino debe ser contenido". Y ahora nos quieren vender que la debacle imperial “son sólo grandes movimientos estratégicos".
En una peculiar ensalada que mezcla a Gramsci y Lampedusa explican: un "nuevo orden está naciendo porque todo debe cambiar, para que todo puede seguir siendo igual ”… habrá que agregar, en beneficio del Imperio.
Algunos incluso creen la ridícula idea que “un zombi real”(controlado remotamente por un teleprompter) es capaz de concebir una "política exterior para la clase media que promueva la prosperidad en el mundo libre”.
Un "mundo libre" que acaba de quedar atónito por la "prosperidad" ofrecida a Afganistán durante 20 años de "bombardeos democráticos ".
Y luego están los británicos, que al menos deberían conocer a Monty Python, acusando de antiliberalismo a los "regímenes de Xi y Putin". Sus oráculos afirman que estos “regímenes se derrumbarán" y serán “reemplazados por la anarquía y el despotismo".