(Sputnik / elcomunista.net) - La compañía eléctrica vasca Iberdrola comenzó a detener sus inversiones previstas en España por lo que califican como «incertidumbre regulatoria» en el sector en España.
Así lo confirmaron fuentes de la corporación a la agencia Sputnik que añadieron que esa incertidumbre tiene su origen en la intervención del Gobierno en el mercado energético.
Las fuentes citaron como primer ejemplo la ausencia en la subasta de energías renovables celebrada el pasado martes por el Gobierno, a la que no acudió tampoco Endesa, la otra gran eléctrica española.
El gesto se interpreta como un claro mensaje de desacuerdo con las últimas medidas del Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez.
En esa subasta se adjudicaba el uso de parques de energía eólica y fueron nuevos y pujantes actores del sector como Capital Energy y Ferro-atlántica los que se llevaron la mayoría de los derechos.
Desde Iberdrola avanzaron que no sumarse a la puja por los nuevos parques eólicos podría ser solo el primer paso, en cuanto a la congelación de inversiones se refiere, y que detrás de este podrían venir más.
No obstante, emplazaron a la próxima presentación de resultados de la empresa, el miércoles 27 de octubre, en la que se harán más manifestaciones en este sentido.
Al mismo tiempo que se producían estos movimientos en el mercado español, la compañía eléctrica anunciaba, este martes, en su cuenta de twitter una inversión por valor de 7.200 millones de euros en el Reino Unido.
«Seguimos construyendo #LaEnergíadelFuturo, con inversiones de 7.200 millones € en la construcción del mayor parque eólico marino del Reino Unido», afirmaban en su perfil en la red social, en referencia al complejo eólico marino East Anglia Hub, en la zona sur del Mar del Norte.
El mensaje iba acompañado además por una foto del consejero delegado de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, charlando amigablemente con el premier británico, Boris Johnson, algo que contrasta con las tensas relaciones que viven las principales compañías eléctricas con el Gobierno español.
El origen de la disputa está en el anuncio hecho el pasado 13 de septiembre en el informativo de máxima audiencia de la televisión pública TVE por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre el mercado eléctrico.
Aquella noche, Sánchez avanzó los planes de su Gobierno para «detraer», según sus términos, parte de los beneficios de las eléctricas con el objetivo de «topar», también según dijo, los precios del gas.
La medida se enmarca en el actual contexto de subida desorbitada de los precios de la energía, motivada precisamente por la subida de los precios del gas en los mercados internacionales; algo que está dando como consecuencia beneficios extraordinarios de estas compañías.
Los beneficios que se pretenden recortar son los llamados en argot «beneficios caídos del cielo» y se producen porque, en el sistema español de fijación de precios, toda la energía se paga al precio de la fuente más cara a la que haya que recurrir cada día para mantener al país, que habitualmente usa el gas para generar electricidad.
Esto provoca que otras fuentes de energía que también son producidas por estas empresas, como las renovables, que son las usadas en primer lugar y mucho más baratas, tengan un margen de beneficio muy importante.
El decreto, anunciado por Sánchez a mediados del septiembre, pasado recibió el visto bueno del Congreso de los Diputados español el pasado 14 de octubre, con el añadido de que las eléctricas deberían ofrecer energía «a precios razonables» a los consumidores industriales, según declaró la ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera.
La medida no obstante tiene un límite temporal hasta el 31 de marzo.
En las últimas semanas, además, distintas plantas industriales españolas caracterizadas por su alto consumo de energía anunciaron paradas en su actividad por los altos precios de la electricidad - Ver texto