(Sputnik / elcomunista.net) - La introducción del pase sanitario obligatorio en Italia para todos los empleados desde el 15 de octubre aumenta la tensión social y desemboca en huelgas y manifestaciones violentas, en las que participa la extrema derecha.
Por Aleksandr Dunáev* - HUELGA GENERAL - Este lunes Italia quedó paralizada por una huelga general de 24 horas.
Respondiendo al llamamiento de los sindicatos locales, más de un millón de personas salieron a las calles de Roma, Milán, Turín y otras ciudades.
Paralelamente, en todo el país cruzaron las manos los trabajadores del transporte urbano, ferroviario y aéreo.
Los eslóganes son muy variados. En primer lugar, los sindicatos y sus miembros protestan contra el desbloqueo de despidos, prohibidos por el Gobierno italiano en primavera de 2020 para prevenir un brusco aumento del desempleo tras el estallido de la pandemia del Covid-19.
También exigen subir los sueldos y aumentar las inversiones en la educación, la sanidad y los transportes y advierten del peligro de la privatización en estos sectores.
Además, arremeten contra la cumbre del G20 que se celebrará en Roma el próximo 30 y 31 de octubre: según observan las Confederaciones de Comités de Base (Cobas), el encuentro de los líderes de los veinte países más potentes del mundo no es más que una «hipócrita pasarela de los amos de mundo».
PASE SANITARIO PARA TODOS, LO QUIERAN O NO - Pero el tema más discutido, que no deja de atizar la tensión social en Italia, es el pase sanitario o ‘green pass’, que desde el próximo 15 de octubre se hará obligatorio para todos los empleados públicos y privados.
Según explica la Unión Sindical de Base, para los trabajadores el green pass es «equivocado, discriminatorio y prejudicial». En primer lugar, no es «una medida sanitaria, ya que los vacunados con el green pass pueden ser fuente de contagio» - Leer màs