La nueva alianza militar de EEUU, Reino Unido y Australia apunta contra China. Al dotar a Australia de submarinos de propulsión nuclear, de uranio altamente enriquecido para su propulsión y de la tecnología nuclear de alto secreto para hacerlos funcionar, Biden ha intensificado la política de enfrentamiento con China y redobla la amenaza de guerra.
Australia será el segundo país que obtenga acceso a esta tecnología, después del Reino Unido en 1958. A diferencia de los submarinos convencionales, los de propulsión nuclear pueden navegar más lejos y durante más tiempo sin tener que volver a su base.
Pueden acercarse a China desde Australia sin dificultad. También son mucho más silenciosos, lo que ayuda a retrasar su detección. China está menos avanzada en la defensa antisubmarina que en otros aspectos de su armada.
Un artículo del New York Times escrito el día después del sorpresivo anuncio señala lo siguiente: "Con su iniciativa de adquirir armamento pesado y tecnología de alto secreto, Australia ha unido su suerte a EEUU durante generaciones: una 'asociación para siempre', en palabras de [el primer ministro Scott] Morrison.
El acuerdo sentará las bases de una alianza militar más estrecha y mejora las expectativas de que Australia participe en un hipotético conflicto militar con Pekín."
El artículo también dice que "analistas en materia de seguridad creen que es probable que Australia utilice submarinos de propulsión nuclear para patrullar" el mar de China Meridional a lo largo de la costa china. Los submarinos de propulsión nuclear tendrán capacidad para disparar misiles contra el territorio chino.
Así se sumarán al potente despliegue estadounidense de buques y submarinos de guerra en el océano Pacífico, dotados con armas nucleares, y estarán bajo control de EEUU.
China ha reaccionado de modo inmediato y con rudeza. Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha afirmado que el acuerdo sobre los submarinos "atentará gravemente contra la paz y la estabilidad de la región, exacerbará la carrera de armamentos y lastrará los esfuerzos internacionales por detener la proliferación de armas nucleares".