A fines de 2020, en pleno contexto pandémico, China anunció al mundo la erradicación de la indigencia.
Esto no fue solo producto del impresionante crecimiento económico de ese país de las últimas décadas sino también de la movilización de más de diez millones de militantes hacia las áreas rurales más empobrecidas del oeste del gigante asiático.
Equipos de funcionarios, docentes, empresarios, estudiantes, médicos y asistentes sociales se instalaron entre uno y tres años en poblaciones rurales para acompañar el profundo proceso de cambio económico.
El plan excedió largamente lo económico o asistencialista.
Solo fue posible gracias a una sociedad con una mentalidad muy distinta a la occidental, centrada más en la comunidad que en el individuo, y también a partir de la mano visible del Estado.
El extenso informe "Servir al
pueblo: la erradicación de la extrema pobreza en China" del Instituto
Tricontinental de Investigación Social, con sedes en Argentina, Brasil,
India y Sudáfrica, reúne información oficial, entrevistas y visitas al
territorio para dar cuenta de las múltiples estrategias empleadas
durante el ambicioso proyecto - Leer informe completo