[RT / elcomunista.net] - El silencio del bloque regional sobre el Gobierno de Bolivia y sus instituciones se rompió tras la detención de la expresidenta de facto, Jeanine Áñez.
Tras una silencio de casi un año y medio, la Organización de Estados Americanos (OEA) vuelve a cargar contra el Gobierno boliviano, luego de su cuestionada actuación en las presidenciales de 2019 y de su señalada vinculación con el golpe de Estado que depuso a Evo Morales.
La secretaría del organismo regional, ocupada por Luis Almagro, emitió un comunicado (enlace) el lunes donde hace una serie de peticiones que abarcan una amplitud de temas, que van desde el cuestionamiento sin base de las instituciones bolivianas hasta el llamado a la liberación de los «políticos opositores» detenidos en ese país.
El ministro de Justicia de Bolivia, Iván Lima, catalogó estas declaraciones de injerencistas e inconstitucionales.
La reacción del organismo regional ocurre luego de que la expresidenta de facto boliviana, Jeanine Áñez, fuera detenida y acusada por los delitos de «terrorismo, sedición y conspiración» durante la acción golpista que impidió que Morales asumiera su nuevo mandato, tras resultar ganador en los comicios cuyos resultados no fueron aceptados por la OEA, que pidió repetirlos, lo que generó una crisis política caracterizada por hechos de violencia.
Si bien tras la autoproclamación de Áñez, en noviembre de 2019, la dirección del bloque regional no se pronunció sobre la independencia de poderes de las instituciones bolivianas, ahora vuelve a cuestionarla.
Su aceptación del Gobierno de Áñez quedó plasmada en varias oportunidades, como la reunión del consejo permanente, en enero de 2020, donde se recibió a la ministra de Relaciones Exteriores de facto, Karen Longaric, quien presentó un informe sobre «el proceso de transición» que dirigía la también exsenadora - Leer más