x Pepe Escobar (lahaine.org) - El caso más llamativo del capitalismo del desastre que asola una importante economía del sur en el siglo XXI
Siempre en los meandros de la justicia y sin atreverse a presentarse como un líder revolucionario, Lula nunca debe ser subestimado.
Una decisión sorprendente de la Corte Suprema que, sin ser definitiva, restituye los derechos políticos de Lula, tuvo el efecto de una bomba semiótica en Brasil y sumió a la nación en un reality show que se desarrolla en un desierto de espejos rotos.
Al principio, parecía que tres variables claves permanecerían iguales:
El ejército brasileño está dirigiendo el espectáculo, y eso no cambiará. Mantienen pleno poder de veto sobre la posibilidad de que Lula se presente a la presidencia por un tercer mandato en 2022, o que sea neutralizado una vez más, con cualquier maniobra legal que se considere necesaria, en el momento de su elección.
El presidente Bolsonaro, cuya popularidad ronda el 44%, ahora tendría rienda suelta para movilizar todas las corrientes de derecha contra Lula, con el pleno apoyo de la clase dominante brasileña.
El ministro de Economía, el pinochetista Paulo Guedes, seguiría teniendo carta blanca para destruir por completo el Estado, la industria y la sociedad brasileña en nombre del 0,001%.
Luego, 48 horas después, llegó la carga de Lula: un discurso y una conferencia de prensa combinados de tres horas proustianas, comenzando con una larga lista de reconocimientos en los que, significativamente, los dos primeros nombres fueron el presidente argentino Alberto Fernández y el Papa Francisco I, lo que implica un futuro eje estratégico Brasil-Argentina - Leer màs