x Amílcar Salas y Goergette Ramírez [lahaine.org] - La reciente anulación de las sentencias contra Lula en Brasil abren un escenario político impensado hasta ahora. Aquí analizamos ambas aristas
El 8 de marzo de 2021, un juez de la Corte Suprema de Brasil, Edson Fachin, anuló todas las sentencias dictadas contra el expresidente Lula da Silva en el marco de la operación anticorrupción Lava Jato.
La decisión apunta al menos a cuatro procesos judiciales que habían estado a cargo del entonces juez Sergio Moro, quien es ahora señalado por haber obrado más allá de la “competencia jurídica” requerida para analizar esos casos. Esta situación abre numerosos interrogantes sobre los procesos de lawfare en la región; aquí compartimos algunos.
¿Es un golpe al lawfare? - Es un golpe a uno de sus objetivos, esto es, el objetivo de ubicar a una figura clave de la escena política brasileña, Lula, lejos de la competencia política. Ese objetivo se cumplió en su momento; ahora se revierte.
Según los juristas que han analizado la resolución de Fachin, que supuso la anulación de los juicios contra Lula por no ser el juez natural para dichos procesos, no hay argumentos jurídicos para volver a insistir sobre esas mismas investigaciones.
La resolución es firme; por supuesto, tendrá más fuerza eventualmente si el plenario del Supremo Tribunal Federal (STF) confirma la posición (aunque no es obligatorio).
Lo fundamental es que los derechos políticos serán definitivamente restituidos el año que viene, cuando habrá elecciones presidenciales. El escenario político brasileño vuelve a re-diseñarse, con un espacio progresista que gana cuerpo y proyección con la vuelta de Lula, luego de tres elecciones consecutivas en las que el mapa político-electoral se corría cada vez más a la derecha - Leer texto completo