[Sputnik / elcomunista.net] - La revelación de que una docena de niños y adolescentes fueron asesinados durante un bombardeo del Ejército colombiano pone en la mira al Gobierno de Iván Duque.
Lejos de arrepentirse, el ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que los menores —entre los que había niños de 9 y 10 años— eran «máquinas de guerra».
La muerte de cerca de una docena de menores de edad como consecuencia de un bombardeo efectuado por el Ejército colombiano pone en alerta a Colombia y desató la polémica sobre este tipo de procedimientos, defendidos por el Gobierno de Iván Duque como una forma de combatir a disidentes de la exguerrilla colombiana FARC.
El operativo se realizó el 2 de marzo en Calamar, un pueblo del departamento de Guaviare, en la zona amazónica de Colombia. El objetivo del Ejército colombiano era provocar la muerte de un comando de disidentes de las FARC liderados por un hombre identificado como Gentil Duarte.
El mismo 2 de marzo, el ministro de Defensa, Diego Molano, celebró el supuesto éxito de la misión, informando que tras un bombardeo de las Fuerzas Armadas colombianas «fueron neutralizados 13 integrantes de la disidencia de las FARC comandada por alias ‘Gentil Duarte’ en Calamar».
«Estos narcocriminales son responsables del reclutamiento de menores, ataque contra nuestra Fuerza Pública, secuestro y minería ilegal», sostuvo el ministro a través de su cuenta de Twitter - Leer texto completo