[Sputnik / elcomunista.net] - Hace precisamente 30 años, el 17 de marzo de 1991, se celebró el único referéndum en la historia de la URSS. La cuestión que se planteó ante los ciudadanos fue el futuro del país.
La mayoría quiso preservar una federación unida, pero los políticos hicieron caso omiso. Esta es la historia de cómo el pueblo soviético trató de salvar a su país.
Por Denis Lukyanov* - A comienzos de 1991 los procesos de desintegración llevaron a la Unión Soviética al borde de un abismo. En algunas de las repúblicas del bloque llegaron al poder los partidarios de los movimientos independentistas.
El auge del nacionalismo llevó a las proclamaciones de soberanía en las repúblicas bálticas y también en Armenia.
Después de un corto período de tiempo, estos proclamaron su salida de la URSS.
Otras repúblicas de la Unión sí proclamaron su soberanía, pero se abstuvieron de anunciar oficialmente su salida de la Unión. No lo hicieron por temor a las posibles represalias por parte del Gobierno federal en Moscú. En realidad, esperaban un mejor momento para anunciar que dejaban el país socialista.
Pero estos fueron los juegos en los que participaron los políticos. La mayoría de la gente común, por su parte, quería preservar la unidad del país. El futuro de la Unión era muy vago y con tal de aclarar las cosas el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión Soviética —oficialmente, la máxima autoridad en el país— ordenó la celebración de un plebiscito.
Este plebiscito no logró salvar a la Unión de la disolución, pero los resultados incluso inspiraron esperanza en el Gobierno federal. Aunque resultó ser una falsa esperanza - Leer más