El nombre oficial es Estados Unidos de América, USA en inglés. En la jerga mundial se habla de “americanos” [término impuesto por el imperialismo cultural] para referirse a los ciudadanos de ese país,
por lo que José Martí acuñó la designación de “nuestra América” al territorio al sur del Río Bravo, diferenciando el estado de situación de la región americana hacia 1891.
La aclaración viene a cuento de quienes se sorprenden por el uso del vocablo “Nuestramérica” o “nuestroamericano/a”, que distingue a EEUU y a Canadá por un lado y a la América Latina y al Caribe por el otro bajo un apelativo que los unifica en un destino común: la patria grande.
La introducción tiene relación con una consideración generalmente aceptada e incluso inscrita en la política exterior estadounidense de considerar a toda la América como territorio propio y, por ende, sujeta a intromisión [de ahí viene lo de llamarse a si mismos “americanos”].
Existe una larga historia de intromisión estadounidense, justificada desde la defensa de los intereses nacionales de ese país imperialista. En ese sentido me llamó la atención el reporte de salud 2020 del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU [1].
Una curiosidad, en el sitio figura como “informe 2019” y al ingresar al documento, aparece el reporte citado con información sobre el 2020[2].
El documento tiene una introducción a cargo de Alex M. Azar II, el Secretario de Salud y Servicios Humanos del gobierno Trump. Entre muchos aspectos interesantes me concentro en el capítulo referido a la protección de la salud de los “americanos” en dónde vivan, estudien, trabajen (objetivo 2). En la página 49 del texto puede leerse que la Oficina de Asuntos Globales (OGA): - Leer màs