M.H.: El agua ahora cotiza en Wall Street.
A.B.: Esto ha sido sobreactuado en los medios como una manera de ver si alguien más se engancha con todo este modelo neoliberal. Porque en última instancia lo que está cotizando es el precio del agua para riego en California. Que es completamente distinto que el petróleo que cotiza en todo el mundo. Aquí es el riego en California y nada más. De modo que la pregunta no es por qué cotiza el agua, sino para qué han hecho todo este ruido.
Yo creo que es para convencernos de que las cosas funcionan mejor cuando se mete el mercado. Y ya sabemos que generalmente funcionan peor, cuando el mercado se hace cargo de asignar los recursos.
Yo creo que tenemos que plantear que el agua para consumo humano es un derecho humano y que primero hay que asegurar el agua para los usos humanos inmediatos y el resto pasa a ser un recurso natural y hay que discutir cómo asignar el agua que queda. No toda el agua, sino la que no se usa para los seres humanos.
En ese punto hay dos ideas, unos piensan que el mercado es un buen asignador de recursos, yo creo que un recurso escaso no se puede dejar en manos de los especuladores, sino que es mejor que el Estado asigne prioridades.
Pero esto ha sido más que darle un valor de mercado al agua, ha sido un ensayo publicitario para que la gente empiece a acostumbrarse a la idea de que van a seguir intentándolo.