[Sputnik / elcomunista.net] - Ruanda es un país africano que ha enfrentado muchos problemas desde que declaró su independencia en 1961. En los 90 fue escenario de uno de los genocidios más sangrientos de la historia que dio paso a una guerra civil.
Pero después del conflicto, el país logró allanar su camino hacia la paz. Sputnik te cuenta cómo vive hoy esta pequeña nación.
Por Denis Lukyanov*
Ruanda obtuvo oficialmente su independencia de Bélgica en 1962 y desde entonces ha pasado por numerosos altibajos. Ubicado en la parte oriental de África, en la zona de los Grandes Largo africanos, el país es relativamente pequeño y muy densamente poblado: cuenta con 12 millones de habitantes que viven en un territorio de unos 26.000 kilómetros cuadrados.
En estos paramentos se parece muchísimo a Haití que tiene casi la misma superficie y población, pero diferentes niveles de vida.
Ruanda es un país con muchas colinas y sin salida al mar —sus dos desventajas principales—, pero, al mismo tiempo, cuenta con la cantidad necesaria de superficies sembradas para abastecer a la población con alimentos.
Pese a sus riquezas naturales, que deberían haber sido fuentes de prosperidad y estabilidad política, la composición étnica del país fue durante décadas una de las razones de discrepancias dentro de la sociedad ruandesa.
Ruanda está habitada por los dos principales grupos étnicos: los hutu, que representan el 85% de la población, y los tutsi, que representan el 14%. Ambos pueblos hablan el mismo grupo de idiomas, ruanda-rundi.
A pesar de que ambos comparten idiomas y origen, las tensiones entre ellos durante décadas han sido muy altas. Esta falta de entendimiento entre dos principales pueblos resultó en el genocidio de 1994, aunque en la actualidad esa confrontación ha sido en gran medida mitigada - Leer texto completo